La varicela es una enfermedad muy contagiosa causada por el virus de la varicela-zóster (es un herpes virus tipo 3). Produce un sarpullido con ampollas de ubicación en abdomen, espalda y cara (puede después extenderse por todo el cuerpo), prurito (comezón), cansancio y fiebre.
La varicela puede ser grave en personas con el sistema inmunitario debilitado o comprometido, especialmente en bebés y adultos mayores. La mejor forma de prevenir la varicela es la vacunación, se recomienda la aplicación a todos (niños, adolescentes y adultos) si no han presentado la enfermedad o en desconocimiento de ello.
La vacuna contra la varicela es muy segura y eficaz, previene el 97 % de los casos de enfermedad grave, la mayoría de las personas no contraerán varicela, y si así fuera, sus síntomas suelen ser más leves, con menos ampollas o sin ampollas, y fiebre leve o sin fiebre.